sábado, 23 de noviembre de 2013

Deméter: Captadora.




Biológicamente:
Aspecto de tierna.
Da amor como una madre.
Suele complacer a los hombres como si fueran niños.

Psicológicamente:
Ayuda, o más bien -asiste-.
"Atención difusa" de madre.
Da... para que dependan.
Su ausencia se siente.
Falencia eventualmente yoica, por ser la "Sra. de la abundancia".
Amigas que son como ella y se ayudan mutuamente en la crianza de los hijos.
No abandona relaciones destructivas.
Sacrificial por antonomasia.
La ternura es su mayor posesión.
Ejemplo de que la ternura es el gran don de la mujer, para ella misma y los demás.

Socialmente:
Condescendiente en general con las necesidades de los otros.
No sabe delegar y mucho menos decir "no".
Suele tener parejas sociópatas e hiper-filiales.
También pueden con suerte encontrar un buen "hombre de familia" como ellas.
Es bastante "feminizadora" como madre.
Madre por naturaleza.
También por ello puede ponerse en el lugar de "única mujer".
Sin embargo rara vez lo traslade explícitamente en un ataque de celos, por miedo a perderlo.
Sí jugará constantemente con el tema "celos", por supuesto los de ella para con las otras mujeres.
Ejemplo de que las tareas maternales y del hogar son perfectamente femeninas, sin desmedro alguno.

Espiritualmente:
Compromiso... maternal.
"Ayúdense... y sean agradecidos."
"Si no sirvo... no sirvo." (esto lo pienso yo a diario pero seguramente ya fue inventado).
"Dí..."


LO BUENO:
Fidelidad y compromiso no faltarán,
ni dentro ni al rededor de una mujer Deméter.
Su ternura la salvará de muchas angustias,
que no obstante pasarán, amarguras incluso.
Su ternura es un oasis de amor para la gente,
que por supuesto direccionará mucho mejor
en torno de sus hijos, y marido, casi como uno más de ellos.


LO MALO:
Tanto amor... difícilmente sea correspondido. Entendido siquiera, en ocasiones.
Sí le bastará a ella con entenderlo, y con amar, de esa forma: la forma en la que es;
nunca amor y forma de ser estuvieron tan identificados entre sí.
Ahora bien... esto tiene un precio elevado, pues ser amor y que ello nos caracterice
también significará muchas veces no saber delegar y mucho menos decir "no".
Amaremos a los demás como si fueran "Dios", y nosotros mismos, sin querer
estaremos poniéndonos en ese lugar (único, celestial e imposible) para los otros.


LA PARADOJA:
Todos queremos amar... no es excluyente de Deméter.
E incluso todos queremos más bien amar que ser amados...
...ya Jesús implicó que estamos más cómodos así ("Hay mayor felicidad en dar que en recibir").

Sin embargo, hay que reconocer en Deméter una personita especial.
Jesús mismo pudo haber agregado: "en especial para Deméter".

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