Perséfone: Cambiante.

Biológicamente:
Aspecto de tierna.
"Me llevan donde me lleven".
Parece inofensiva.
Típica hija de la madre.
No tiene versión masculina.
Cualquier versión masculina de ella es alguien femenino.

Psicológicamente:
Es la adaptación por antonomasia.
Piensa que adaptándose sobrevive.
Tiene muchas caras internas preparadas para diversas situaciones.
Son como espejos que podrán ir "camuflándola".
Muestra la cara que quieran.
Sí analiza las situaciones antes, sin intervenir, para dar la mejor cara.
En realidad lo que quiere es recibir.
Busca la aceptación pero no con desespero ni tampoco ninguna aceptación disonante.
Falencia yoica constitutiva pero devenido en AHIMSA acomodaticio.
Pocas amigas y en todo caso "tímidas" como ella.
No abandona relaciones destructivas, pero ella puede cambiar de pronto y abandonarlas.
Es capaz de muchos sacrificios, pero no están sujetos a un "amor maternal" en verdad.
Estaría emulando a su madre, cuyo amor maternal necesitará y la definirá siempre.
Mas también a ella puede llegar a traicionarla de a momentos, siendo "tironeada" por un marido.
Disfruta inconscientemente las situaciones de "tironeo" sobre ella, y suele caer en ellas fácilmente.
El sexo tiene para ella el significado que tenga para su compañer@.
Como madre traslada la misma relación que tuvo con la suya, pero más en calidad de amiga/ hermana que de madre.

Socialmente:
Camaleónica como nadie, aunque sin maldad.
Se lleva muy bien con los niños, casi "de igual a igual".
A los hombres rudos los tolera y los permite por su necesidad de depender.
A los inmaduros también, y ambos tipos de hombre suelen pegársele fácilmente.
Puede ser llevada por malos hombres como de las pestañas.
Su madre es sus sostén económico, moral y emocional.
Su marido y su madre serán enemigos acérrimos o en todo caso co-dueños de ella.
Es la típica mujer objeto, "llevame", "-soy- cuando estoy contigo".

Espiritualmente:
Adaptabilidad.
Afabilidad.
Flexibilidad.
Maleabilidad.
Humildad.
Compromiso filial.
Capacidad de recibir.
Excelente religiosa si decide eso.
La típica "esclava del Señor" ejemplar.
Dar del tiempo propio cual tesoro mayor.
Reivindicación de la dependencia como forma de ser (en estas épocas donde se hace un culto exagerado e innecesario a la independencia cual si todo mundo fuera de esa sola forma).


LO BUENO:
Complace para pertenecer... es decir que es auto-exigente para ser indulgente con los demás.
Las personas egocéntricas, las que son más bien exigentes con los demás e indulgentes consigo mismas,
la verán como falsa o acomodaticia, sin entrever su verdadero valor.
Pero incluso a ellas se sabrá sobreponer. ¡Y sin agresión alguna!


LO MALO:
Su maleabilidad.
Allí donde la flexibilidad se convierte en maleabilidad.
Cuando pierde su personalidad, por ejemplo con cada nueva pareja, adaptándose a él férreamente.
También el modo en cómo se deja tironear por su madre, por su pareja,
por su familia por un lado y por sus amigos y parejas por el otro,
situaciones muy comunes por parte de una mujer Perséfone,
y que pareciera que las disfruta, en ese ansia de pertenecer
que así cree asegurada.


LA PARADOJA:
Detrás de esa personita tierna, adaptable,
que se queda en segundo (o tercer, o cuarto) plano al principio
para asegurarse de encajar bien...

...y que luego ingresa al grupo como inofensiva,
como muy querida, como muy amable en sí...

...de repente puede ser "captada" por otro grupo, otra familia, otra pareja,
y sabrás que no es por maldad que te dejó,
ni por su culpa si le va mal,
y hasta querrás ayudarla de nuevo si eso le pasa.