miércoles, 23 de octubre de 2013

Hestia: La Solitaria




Biológicamente:
Aspecto de centrada, pero afable.
Se esmera en parecer "amable".
Muchos no llegan a amarla por ignorar cuánto ella los ama.
Ama con obras concretas, se vean o no.
Mirada hiper-amorosa, pero sabia.
Tranquila, reservada.

Psicológicamente:
Sobreabundan los valores.
Es un mar de valores interior.
Cultivados con mucha domesticación personal.
"Doméstico", en su doble sentido.
Es casera, y hace de su hogar un templo.
También "templa" sus pulsiones allí.
Creadora del "hogar".

Socialmente:
No encasilla nada, observa todo.
Es la mejor escuchante que hay.
Hiper-contenedora, sea aprovechada o no.
Hiper-contenedora, sea visible o no en público.
En público, se esmera en mostrarse más bien "light".
Más bien "accesible", en lugar del mar de amor que es.
Profundidad espiritual máxima.
Lectura constante de libros y hasta de bibliotecas enteras.
Hiper-contenedora, pero que puede mostrarse sencillamente "afable".
Hiper-contenedora, pero que puede parecer más bien estimulante.
Sobre todo si hace mucho que no sale de su casa y está contenta por eso.
Pareja ideal del viajero que no obstante la mantiene y al regresar la valora.

Espiritualmente:
Una fuente de sabiduría.
Amor inagotable, que considera con actos concretos.
También puede ser expresiva.
Pero su máxima expresión, es para con Dios.


LO BUENO:
La espiritualidad en su máxima expresión.
La cautela, el sano juicio, la domesticación.
El pensar que todo se puede "amar", pero en silencio, y abnegadamente.
Encarnadora del poder de la oración, revelándolo como el máximo poder.
Encarnadora del amor como "actos concretos" de bien hacia los demás.


LO MALO:
Es muy solitaria, así que pueden no verse sus virtudes.
Eso mismo que la "domestica", que es la soledad, también puede hacerla "invisible" a los ojos de los demás.
Puede ser desestimada también con maledicencia, que aunque la conozca, no combatirá.
Rezará por todo y por todos, pero puede ser muy desestimada por eso, y hasta odiada,
pues claro está que el poder de la oración es muy grande, y rezar por nuestros enemigos
es un poco (bastante) destruirlos, deseándoles el bien, y hasta metódicamente.
Hestia está preparada para vivir hoy mismo en el Paraíso,
pero no los demás.


LA PARADOJA:
Todos tenemos partes de Hestias un poco. Podemos regresar a nuestros hogares, encolerizados inclusive por el trajinar diario que no supimos manejar,
pero eventualmente si todos pudiéramos quedarnos en nuestros hogares lo suficiente como para "domesticar" nuestras pulsiones, seríamos "Hestias" al final del camino.
Entenderíamos que el amor es un hogar, que las tareas domésticas son el hogar, y que todo acto concreto y de amor, aunque sea rezando, es un hogar completo al amor.
Nosotros nos convertiríamos en nuestros propios corazones, llenos de fe, y encararíamos la vida de otra forma...
...pero claro, no tenemos dos vidas sino una, y en esta debemos vivir más afuera que adentro.

¿Y qué sacar de adentro, si no podemos estar bien con nosotros mismos en nuestro propio hogar?

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