lunes, 28 de octubre de 2013

Hades: El Espiritual




Biológicamente:
Aspecto de centrado, e incluso misterioso
De su raciocinio viene también su enorme amor.
Su amor es a menudo ignorado por no expresivo.
Inmensa emocionalidad con relación a lo que demuestra.
Se esmera en parecer cordial en un sentido lo más convencional posible.
Muchos no llegan a amarlo por ignorar cuánto él los ama.
Ama con obras concretas, se vean o no.
Mirada hiper-sabia
Tranquilo, reservado.
Es la versión masculina de Hestia.

Psicológicamente:
Sobreabundan los valores.
Es un mar de valores interior.
Cultivados con mucha domesticación personal.
"Doméstico", en su doble sentido.
Es casero, y hace de su hogar un templo.
También "templa" sus pulsiones allí.
Estabilidad de la razón, y del amor "ágape".
Incomprensión social, en relación con su posición de verdadero poder.
"Primero amarme, luego amar", vale para él, y para cómo juzga el amor.
Una vez que le demostraste que lo valoras, te acredita un amor infinito.
Ejemplo de persona ética y dueña de sí.
Anti-violencia.

Socialmente:
Patriarcal.
Una autoridad... silente.
Después de Zeus, es el más poderoso.
Encomia al ser dueño de sí, y aborrece la violencia.
Condena al descontrol y el maltrato a las mujeres.
Ama a patriarcales y a matriarcales por igual, viendo sus puntos fuertes.
Calmo y misterioso consejero.
"Impondré mi raciocinio, así sea con el ejemplo."
"El amor (espiritual) todo lo puede."
"Tranquilízate, no juzgues... la sabiduría lleva toda una vida, suerte, y la ayuda de Dios."
"Ojalá pudiera convidar mi racionalidad al mundo, y que vean que no es no-amor."
Razón, amor, auto-domesticación y verdad... unidas.
No encasillar ni condenar a nadie, salvo hechos de violencia muy puntuales.
Excelente escuchante, aunque a veces no responda o parezca "un mar a lo lejos".
Hiper-sensible a temas éticos.
Tus palabras pueden hacer eco en sus profundidades "como en un mar".
Cree además que escucharte -por el escucharte mismo- ya es buenísimo.
Psicoanalista natural.
En público, se esmera en mostrarse más bien "light".
Más bien "accesible", en lugar del mar de amor que es.
Profundidad espiritual máxima.
Lectura constante de libros y hasta de bibliotecas enteras.
Hiper-contenedor, pero que puede mostrarse sencillamente "afable".
Hiper-contenedor, pero que puede parecer más bien estimulante.
Sobre todo si hace mucho que no sale de su casa y está contento por eso.
Pareja ideal de la viajera que no obstante al regresar lo valora y le demuestra su lealtad.

Espiritualmente:
Una fuente de sabiduría.
Amor inagotable, que considera con actos concretos.
También puede ser expresivo, con una emocionalidad que parece no condecir con su profundidad.
Pero su máxima expresión, es para con Dios.
No obstante "se lo hace asequible a los hombres", tanto con palabras como con actos.
Modelo de Espiritualidad, sobre todo la cristiana.
Modelo de Ética.


LO BUENO:
La espiritualidad en su máxima expresión.
La cautela, el sano juicio, la domesticación.
El pensar que todo se puede "amar", y con actos concretos.
Encarnador del poder de la oración, la templanza y la autoridad moral.
Encarnador de modelos de Ética basados en el paso del tiempo y la justa bonanza.


LO MALO:
Es muy solitario, así que pueden imprimir su "orden" en el mundo.
Eso mismo que lo "domestica", que es la soledad, también puede hacerlo "invisible" a los ojos de los demás,
tanto en lo personal de sus ricas emociones, como en lo impersonal de su sabiduría inabarcable.
Puede ser desestimado también con maledicencia, que aunque la conozca, no combatirá,
y seguramente volverá en contra -él o la vida- de los maledicentes formidablemente.
Rezará por todo y por todos, pero puede ser muy desestimado por eso, y hasta odiado,
incluso por sus pares patriarcales que no entienden su modo -clandestino- de reinar.
Hades está preparado para vivir hoy mismo en el Paraíso,
pero si le dieran a elegir, no lo haría sin los demás,
y preferiría esperarlos uno por uno.


LA PARADOJA:
Todos tenemos partes de Hades un poco. Podemos regresar a nuestros hogares y cultivarnos intelectual y espiritualmente,
pero a menudo seguimos allí un poco lo del trajinar diario, prendiendo la televisión apresuradamente
y "convidando" a los demás con la misma violencia y desinteligencia que no supimos manejar fuera de casa.
Si pudiéramos quedarnos en ellas y con nuestras familias, lo suficiente como para "domesticar" nuestras pulsiones, seríamos "Hades" al final del camino.
Entenderíamos que el amor es un hogar, que inteligencia y amor van juntas, que lo espiritual no sólo es el destino sino el modo de ir, y que todo acto concreto y de amor, sobre todo rezando, es el camino.
Nosotros nos convertiríamos en nuestros propias razones, llenas de autoridad y amor, y encararíamos la vida de una forma más eficiente y ética...
...pero claro, no tenemos dos vidas sino una, y en esta debemos vivir más afuera que adentro,
más inmediata que espiritualmente, y muchos sucumbimos en el camino.

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