Apolo: El líder blanco
Biológicamente:
Aspecto de justeza y formalidad.
Mirada intensa y huidiza.
Le gustan todas las mujeres pero no suele tener muy buena suerte.
De buen porte toda su vida.
De anciano se viste de blanco o crema, y conserva la buena educación.
Es la versión masculina de Artemisa.
Psicológicamente:
Incertidumbre pese a su dirección clara hacia el "encajar".
Autoestima ambigua por estar demasiado enfocado hacia el exterior.
Amistades tipo "alianzas" pero no tan políticas.
Familiar muy presente y ayudador.
Socialmente:
Es un líder blanco, es decir carente de la agresividad de otros líderes.
Puede parecer muy ingénuo o que no tiene demasiada experiencia.
Es un personaje más bien ético y sensible a los demás.
Romántico suele amoldarse a sus escasas parejas.
En sus trabajos es servicial y se destaca.
Viene a imponer "la voluntad de Zeus".
Ejemplo transparente del Patriarcado.
Espiritualmente:
Es muy servicial naturalmente.
Tiene una luminosidad especial pues no viene de la soberbia.
Le gusta conversar y es bueno escuchando.
Respeta a todas las personas.
LO BUENO:
Hoy día en que es todo imagen, un líder blanco como Apolo es muy adecuado. Tiene la suficiente superficialidad como para encajar perfectamente en el papel de líder, y la suficiente ingenuidad como para comportarse bien.
Amén de lo profesional, su ambición principal será tener una familia, ser un hombre de bien en ese sentido, y allí adquirirá la profundidad que requiere la función.
Puede que deba debatirse entre apoyar o no a amigos y familiares que obren mal, y quede atado a ciertas "superficialidades" más allá de su tesoro ético.
Deberá aprender el sacrificio y la entrega más allá del "qué dirán".
LO MALO:
Mientras se debate entre ayudar o no a familiares o amigos caídos en desgracia, cual un budista alejándose del karma de los otros, puede que pase de largo la vida y luego se sienta culpable.
En esto confluyen: superficialidad, ética e ingenuidad.
A menudo las personas caídas en desgracia incluso lo maltrataron, pero su buen corazón puede que no se lo sepa decir así, y no sea lo feliz que debe ser.
LA PARADOJA:
Las personas más buenas del mundo son a menudo como este arquetipo. Allí donde son buenas, también pueden tomarlas por ingénuas, y las personas como Apolo saben dar más de una oportunidad, aunque sea ante la duda de obrar bien. También suelen ser incomprendidas, porque en todo esto están también atadas a la imagen, y por eso muchos pueden acusarlas de "caer siempre bien paradas", o de no condecir su buen obrar con una supuesta profundidad ética (que en realidad está en los hechos).
Ayudadores, familiares y amigos que todos quieren tener naturalmente, suelen estar demasiado ocupados para hacerse valer como se hace actualmente, es decir subiéndose a algún pedestal.
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